¿Qué son las Constelaciones Familiares?


Son la creación y la síntesis del trabajo terapéutico de Bert Hellinger, un terapeuta y filósofo alemán (cómo él mismo se define) de gran reconocimiento internacional en los últimos veinte años.

Son el fruto de la cualidad personal de un investigador como Hellinger, de gran capacidad intuitiva y fuerte poder de observación, y el resultado del estudio profundo que él realizó de las corrientes psicológicas más importantes del siglo XX, partiendo del propio psicoanálisis freudiano, y pasando por la psicología gestáltica, la hipnoterapia (ericksoniana), la gestalt, teoría sistémica, la programación neurolingüística, la terapia familiar, etc.

Es una herramienta terapéutica que ayuda a comprender las dinámicas familiares y a partir de allí encontrar un “buen lugar” para cada integrante, e incluir a todas las personas que forman parte del sistema familiar, promoviendo de ese modo la salud y evitando la repetición de síntomas, enfermedades o conductas poco saludables. Implica a la vez un diagnóstico de la situación y también una intervención que apunta a una solución. A través de una imagen podemos ver el desorden familiar, pero a la vez percibir de qué modo lograr el equilibrio, la salud y la comunicación. Como este sencillo y profundo trabajo tiene efectos en el “alma” de la familia, la constelación de uno de sus integrantes beneficia a todos los demás promoviendo el movimiento, la integración y el reconocimiento de lo que es.

Las Constelaciones Familiares constituyen un instrumento fenomenológico, no local y atemporal muy poderoso para desentramar los nudos sistémicos presentes en los diversos conflictos vinculares en la vida de las personas. De la misma manera, nos ayuda a vivenciar sensiblemente nuestra pertenencia a una amplia red de relaciones que nos sostienen y contribuyen en nuestro desarrollo.

Este abordaje nos permite ampliar y desplegar aquellas dinámicas que nos tienen atrapados y se manifiestan en forma de síntomas físicos, psíquicos o emocionales, bloqueos, dificultades, conflictos relacionales, laborales etc y así , lograr darle un buen lugar a nuestro pasado y presente familiar, cerrar los círculos que permanecían abiertos y disponernos, desde nuestro estado adulto, a ser el líder de nuestra vida.
Cuando logramos reconectar con el amor y la gratitud hacia los ancestros, comenzamos a gozar de nuestra propia vida.